Cuento
Eran las 10 de la noche cuando partió a la casa de su novia para llevarla a algun localcito a tomarse unos tragos. Siempre era lo mismo: Gin con Gin, tres hielos, Lucky Strike, la cuenta por favor. Esta vez la rutina duró más. El pánico escénico de ella lo hizo parlotear por horas sobre sus problemas, sobre lo que había y no había que hacer, estudiar, leer y comer. Como si él tuviese algun diploma que lo certificara como consultor experto en crisis de llanto...el pobre diablo ni siquiera había hecho la primera comunión -no fue su culpa...pero tampoco se moría por hacerla-. Lo bueno es que si había sido bautizado, y no recordaba ninguna reacción exotermica en el contacto del agua bendita con su frente,era una certeza: no era el anticristo.
Llegó el momento del intercambio de Arturo Prats y Gabriela Mistrales. Pagada la cuenta, caminaron abrazados hasta el auto y en el camino se hacian cariño como diciéndose "te amo, te amo, te amo....". El trayecto a su casa estuvo marcado de Jack Johnson. La banda sonora del camino de regreso no fue lo suficiente somnolienta para evitar que el Conde Drácula, una vez puesto pie en su casa, desplegara sus fantásticas alas y saliera volando en búsqueda de más alcohol.
En su vuelo marcó varias victimas, quizás para una próxima visita: Pocuro con Tobalaba, Bilbao con Amapolas y Bilbao con Tomas Moro clasificaron como lugares propicios para alimentarse y así reponer las energias.
Sediento y rápido llego al lugar del festín: Bocaccio 9036.
Saludó. Sonrió. Conversó y bebió el manjar que lo mantiene vivo, Vlad Tepes Dracula, gótico del siglo 21 se había alimentado satisfactoriamente una vez mas. Era suficiente y estaba ya cansado, un llamado desde su castillo le hizo entrar en razón y volver con vuelo errático a su ataúd donde se dispondría a destilar su sangre. Los olores de la destilación no le molestaban a nadie mas que a su devota madre que todas las mañanas lo despertaba con un vaso de leche - para mantener los rasgos humanos - y un beso, o varios, que el Conde nunca sentía porque todavia se encontraba soñando con las tierras de Baco.
Otro día mas en la vida del vampiro, otra noche más perdida, otro beso que no sintió. Encontrémonos nuevamente la próxima semana para otro episodio.En el mismo canal, a cualquier hora.
Indianguman said...
Me encanta como escribes, es casi como estar hablando contigo y enterándome de tu vida. Me hizo reír y emocionarme también. Y algunas frases geniales, como "leche, para mantener los rasgos humanos", "otro beso que no sintió". Sí, yo diría que tu estilo para escribir es así como lleno de frases para el bronce. Inquietante la historia... Dile a Drácula que justo antes de meterse al ataúd tome harta AGUA. Purifica más rápido su sangre...
Torosilandia said...
JAJAAJAJJAa casi me muero cuando leí el lugar del festín...
en todo caso y poniéndome seriotín... fascinante la rapidez de la historia
muy engullible
devorable
como sangre fresca